El 8 de noviembre de 1915, el Ayuntamiento aprobaba el proyecto de obra de la Alhóndiga, redactado por Nazario Llanos y ejecutado por Ignacio Orbegozo. Inaugurado el edificio el 15 de junio de 1917, fue remodelado en 1931 por el arquitecto municipal Fermín Alamo para su actual función como Plaza de Abastos.
El inmueble es sólido en su acabado y armónico en su concepción. La alternancia en el empleo de distintos materiales constructivos y algunos medidos motivos decorativos vienen a compensar acertadamente la austeridad de su diseño. Cabe destacar, como muestra de esa contenida voluntad ornamental, la franja cerámica que remata el espacio superior de las naves laterales de la fachada principal, así como el notable mosaico de dibujo geométrico situado en el centro de un flanco. Descubrirá el visitante, como en otros mercados de la época, ciertas reminiscencias de la arquitectura islámica, presentes en algunas de las variantes del El edificio se eleva sobre un zócalo de piedra, repitiéndose el uso de la sillería en las pilastras que dividen las naves y en los arcos peraltados de entrada. En el resto, se utiliza el estuco, con empleo del ladrillo visto tanto en la fachada principal como en la vuelta de los arcos de las ventanas.
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